La prueba se circunscribe en el ámbito de la lógica y es aquí donde surge y se desarrolla; por lo tanto, analizar la prueba implica, por lo menos, conocimientos generales de esa materia que nos permitan entender qué es una prueba, para qué sirve y qué podemos obtener con ella. Con motivo de la reforma constitucional de 18 de junio de 2008, la etapa de investigación adquiere otro cariz, y ya no es un procedimiento para probar, sino para obtener información que pueda ser útil a la construcción de la prueba en un eventual juicio de oralidad. La obra lleva un orden simple, que va de los conceptos básicos al razonamiento probatorio y su aplicación práctica en el proceso, con la advertencia de que el autor no es especialista en lógica, sino abogado en el ejercicio de la profesión, por lo tanto, las cuestiones que se tratan son de naturaleza jurídica aplicando lógica elemental para tratar de hacer que la prueba sea mejor entendida. Por eso la exposición comienza con la definición de algunos conceptos esenciales de lógica, tales como el razonamiento, la inferencia, las premisas, la conclusión y la argumentación y cómo se desarrollan estas actividades en el pensamiento, tomando como referencia obligada las ideas de reconocidos autores en esta materia. Una de las motivaciones para llevar a cabo el presente estudio es precisamente la reforma constitucional en materia penal antes mencionada, cuyo punto más controvertido es la implementación de los juicios orales con todo lo que esto implica; es decir, una nueva y ambiciosa forma de procurar e impartir justicia, que se pretende sea más ágil, eficiente y que se rija por principios garantistas de la que resulten procesos penales más justos. Así, el proceso y la prueba adquieren distinta configuración, desde la investigación, hasta el ofrecimiento, el desahogo y la valoración del conjunto probatorio, que naturalmente trascienden al fallo y en este sentido la lógica toma un lugar p