Alguna vez yo también soñé con un final feliz. ¿Creen que maldije a un bebé solo porque no fui invitada a su bautizo? Tengo una palabra para ustedes: ingenuos. Todos los humanos son unos simples y unos ingenuos. Pero no se angustien, debo reconocer que hace mucho fui así, inocente. No dejen que mis hermosos cuernos los engañen, hace mucho fui bondadosa e incluso apreciaba a los de su especie. Afortunadamente ustedes mismos se encargaron de desmentirme y pude abrir los ojos, aunque quizá un poco tarde. En mi mundo, un mundo mágico y pacífico, son la lealtad y la benevolencia los que rigen. Sin embargo, confundieron nuestra quietud con debilidad, olvidaron lo poderoso que puede ser el enemigo cuando protege a los que ama… Sí, nosotros también amamos. Aunque quizá de mí deba hablar solo en pasado, amé y a cambio solo recibí traición. Me arrebataron todo lo que quería y rompieron mi espíritu. Mis heridas son un recordatorio constante, no para mí, sino para ustedes, pues deben saber que la venganza se convirtió en mi salvación.

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