Veinte años después de iniciada la andadura mexicana en la cultura de respeto y la promoción de los derechos humanos -cumplidos también en el 2010-, debemos insistir en otra correlativa e igualmente importante: la de la legalidad. Es la ruta obligada. Esa es una razón más para circular una edición que pretende ir más allá de lo meramente conmemorativo y ser un referente. En la CDEH estamos convencidos de la importancia de trabajar con ese horizonte, quizá el más difícil de alcanzar, para lograr que las y los mexicanos, cada día más combativos y exigentes del respeto a nuestros y exigentes del respeto a nuestros derechos fundamentales, nos persuadamos de la obligación de conducirnos con igual respeto a la ley que a todos rige y frente a la cual nadie es diferente.