Una refinería vigila el erial de un asentamiento en interminable combustión. Abajo, junto al lecho del río, un rastro de flores, memorias y carne aferrada a la tierra se distingue entre unas llamas agonizantes. ¿Qué sucedió ahí? ¿Quiénes son los responsables? Nanda, obra galardonada con el Premio Nacional de Novela Jorge Ibargüengoitia 2022, es la reconstrucción de un incendio y las fuerzas humanas que lo alientan. A partir de dos líneas temporales, en fuego cruzado, el autor somete a sus personajes a búsquedas que se hacen cenizas o espejismos, a fricciones que abrasan todo cuanto se interpone a su paso. La existencia arde, pero la gente ya no corre a sofocar la humareda. Aldo Rosales Velázquez, en su presentación de esta faceta novelística, erige en Nanda un fulgor vivo que, antes de consumirse para siempre, arde con la delicadeza de un murmullo. Eduardo Robles Gómez