Parecía sencillo: robar las perlas de la señorita Blandish. Pero la ineptitud es la peor compañera del crimen, y los ladrones lo hacen todo mal: pronto se convierten en secuestradores, y luego en víctimas de la sangrienta banda de Ma Grissom. Y la joven heredera es ahora el botín más preciado de Ma y de su sádico hijo Slim, quienes envuelven a la familia Blandish en una pesadilla que no parece tener final. Publicada por vez primera en 1939, No habrá orquídeas para la señorita Blandish lanzó a James Hadley Chase a los reflectores de la novela negra. La obra, que asombró a George Orwell y a Graham Greene por su franqueza y su descarada visión moral, se ha convertido en un referente ineludible del género y ha sido adaptada para el cine en dos ocasiones.