Lope tuvo que reconocer la ejemplaridad de las novelas cervantinas, por más a regañadientes que lo hiciese, en el sentido de que el único modelo a seguir en España, el único que él puede recordar y citar es Miguel de Cervantes. Para escribir novelas cortas había que modelarse en las de Cervantes, que en este sentido eran ejemplares. Detrás de Cervantes, en España, no había nada. Y esto lo sabía muy bien el manco sano, como lo demuestra cada línea del prólogo que él puso a sus novelitas.
Detalles
- Editorial: CASTALIA EDICIONES
- Año de edición: 1982
- Materia Narrativa iberoamericana
- ISBN: 9788470394041
- Páginas: 396
- Encuadernación: RUSTICA