Más que una colección de cuentos, Óptica sanguínea es una pieza que combina imágenes fotográficas con texto. Hay, en esta serie de pequeñas ficciones, un punto de vista enrarecido, una forma de mirar y escribir el mundo desde la paranoia o la neurosis; una prosa siempre en busca de indicios, de huellas que delatan las incongruencias del exterior y ponen en crisis el microcosmos cotidiano: un dolor de muelas que provoca un viaje al pasado, una pareja que ensaya y corrige sus discusiones en tiempo real, un Protagonista que no puede escapar de una excéntrica obra de teatro o las psicogeografías de un tal Ernesto Contemporáneo son algunos de los relatos que nos obligan a delinear la frontera entre las fuerzas desconocidas de la realidad y el absurdo, entre nuestros pensamientos más salvajes y lo que está allá afuera.