Dirigir una empresa es una responsabilidad y un desafío. Las Personas Vértice asumen un trabajo que exige lo mejor de cada uno de nosotros. El trabajo del director general es extraordinario, pero a la vez, es un itinerario de contrastes, donde se sortean dificultades, diferencias, noches de desvelo, momentos dubitativos, satisfacciones y alegrías. Personas Vértice es una recapitulación de ideas, reflexiones y aprendizajes personales del autor acerca de la labor del director general.

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