A lo largo de la obra el niño nos cuenta sus aventuras con el burrito, y aun que Platero no puede ir a la escuela ni subir azoteas, es su fiel acompañante y juntos pasean por el pueblo y por los bosques, ayudando a las personas y animales que conocen. En el pueblo quieren mucho a Platero, pues, además de ser un hermoso burrito, es muy bueno, ya que pasea a los niños pequeños sobre su lomo y todo el tiempo está de buen humor, brindando siempre su amistad y apoyo a los demás.

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