Este libro estudia la cárcel desde la mirada pluralista de la sociología jurídica. Partiendo de esta tendencia del pensamiento sociológico, la hipótesis que plantea la autora es que en una sociedad compleja como la nuestra resulta falso decir que el derecho es el encargado de la regulación social cuando en realidad existen múltiples sistemas normativos. Desde este enfoque, se muestra al Derecho como uno más de los sistemas normativos existentes, y ni siquiera es siempre el más efectivo. La autora descubrió, al hacer un estudio desde el interior de varias prisiones, que para los internos existen por lo menos tres sistemas normativos que les exigen igualmente obediencia. El primero es el derecho penitenciario mexicano, posiblemente el menos efectivo de todos. El segundo les es impuesto por los custodios, el cual parece ser mucho más efectivo que el llamado "jurídico" u "oficial". Finalmente, existe un tercer sistema, tal vez más feroz que los anteriores, que es establecido, controlado, aplicado por los propios internos, y donde incluso, a diferencia del derecho mexicano, existe la pena de muerte. Además, se estudia la prisión desde el punto de vista histórico, y se muestra el panorama carcelario desde las tendencias sociológicas más actuales, especialmente aquellas de tipo semiótico. La obra constituye una gran aportación tanto a la sociología como a la ciencia del derecho, a los estudiosos de la primera, para considerar la normatividad con más cuidado, y a los juristas, a no considerar al derecho como único sistema normativo, en caso de que quisieran comprender el mundo social verdaderamente existente. El presente volumen merece ser leído y comprendido no sólo para saber qué pasa en una prisión, sino para que surjan ideas de cómo analizar "normatividades" en otros espacios sociales, igualmente complejos y relevantes (escuelas, hospitales, oficinas, etc.). Ello sería conveniente para entendernos todos un poco mejor.