La Política es la forma de una relación social diferenciada y discrepante. Es símbolo de la experiencia humana que se transforma en normas de conducta y en síntesis jurídicas para el orden. Es emblema de la vida estable que se prolonga, técnica y sociológicamente, por medio de sus elementos firmes y persistentes, con aptitud para la herencia humana, porque proporciona arte y sabiduría y deja huella para las generaciones que se suceden. Los movimientos políticos surgen de las necesidades sociales del hombre, que multiplican los modos y métodos de expresión, en medio de conflictos significativos y de armonías evidentes, para la comunicación y el pensamiento sobre el destino humano. La comunión, la participación colectiva de la experiencia y el estímulo de la crítica racional, cambian las formas, a veces trágicas, del acontecer histórico que va reconociendo al hombre como auténtico depositario de valores y como forjador de nuevas concepciones, necesarias y desconocidas del acontecer humano. En la progresión histórica se registran sacudidas bruscas que producen resultados sociales. y las necesidades sociales pueden marcar nuevos rumbos de investigación para los gobiernos, a fin de tener una cooperación más amplia en la extensa gama de hechos fundamentales de la existencia en la comunión cotidiana. La integración social y la ruptura social, son procesos paralelos, dialécticamente opuestos, pero paradójicamente útil la segunda, para luchar en beneficio de un conocimiento social coherente, al través de un esfuerzo sociológicamente ordenado, con nuevas potencialidades y sugerencias para garantía del bienestar humano con originales normas de creación política. La configuración estructural de la Política necesita una Constitución en la que se determinan los derechos y los deberes fundamentales del ciudadano, los principios jurídicos que regulan los órganos del Estado, el proceso de su creación y sus recíprocas relaciones y limitaciones para garantizar la libertad y evit

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