El concepto del portafolio de artista se ha transformado con el tiempo, pero en su versión digital o impresa continúa siendo esencial para la difusión del trabajo artístico. Este libro ofrece consejos prácticos nacidos de la experiencia y distintas formas de compilar un portafolio, para que más que un archivero de obras concluidas, sea una herramienta útil para dar a conocer la línea de trabajo personal. De manera sencilla y directa, la autora traza la ruta para recopilar el material, regístralo correctamente, redactar los textos que lo acompañan y diseñarlo. También, nos ayuda a comprender de qué manera y en qué momento debe mostrarse, con base en una serie de recomendaciones de relaciones públicas.