La poética de andueza se aleja de significados complejos y extiende sus espirales sintácticas, que sobreponen su realidad histórica, cultural y cotidiana, a una realidad ostensible de la que no siempre está de acuerdo. La aparente fugacidad de su escritura transforma nuestra visión del mundo, nos invita a dialogar, nos menciona. Celebramos con ella una cita en torno a la identidad. "El poeta es nadie porque es todos", decía John Keats, y de aquí se desprende otra característica en la escritura de Psiquiátrico de rosas blancas: la voz de su autora lleva en su canto el elemento de la verdad, la libertad, el elogio a la vida, la revelación del instante, el lamento por la pérdida. En su nómina de correspondencias se hallan el exilio, el refugio, el encuentro, la tierra como edén en contraposición con la ciudad asilo de soledades. Se trata de una búsqueda aparente del origen de las cosas; lo que la poeta encuentra es siempre inasible. En la obra de Andueza no debemos dejar pasar un solo momento para apreciar el tiempo, porque, como ella señala, "la vida es un viaje / corto/ /alegre/ /triste/ /largo/".