Más allá de la mística salvaje y la especulación de los desórdenes que despliegan, estos poemas son la construcción de un placer y de un duelo, caza en el vacío, sacrificio enigmático pero eficaz del argumento. Su tempestad verbal sin cautela, la luminosa ambigüedad de su mansedumbre y su necesidad de abismo son también el anuncio de una estética futura, una intuición habilitada por el encantamiento de los solos, la espiritualidad del fracaso, la naturaleza celebratoria del amor y su exceso de sentido, una inteligencia mayor tras el porvenir de los sagrado Voces en la textilería solar de alguna de las muchas especies de entusiasmo; voces denudas que se desobedecen a as pronosticables estrategas de la seducción. Todo lo cual deriva en la imposible —y, por tanto, aún más real— belleza que guarda este volumen: la reveladora e inconfundible poética de Hernán Bravo Varela. JUAN CALROS MESTRE