El libro Rebeliones alimentarías retoma las causas próximas del hambre y la crisis alimentaria -popularizadas por los medios de comunicación- para terminar en las causas determinantes. Los autores analizan la economía política del sistema global alimentario desde la introducción de la Revolución Verde, los ajustes estructurales impuestos por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, hasta la imposición de los tratados de libre comercio. Eslabones que han construido un sistema alimentario no solamente injusto, también económicamente volátil y ambientalmente vulnerable. El libro no se limita a criticar la agricultura industrial capitalista: en la segunda parte presenta experiencias positivas de pequeños agricultores, campesinos, comunidades indígenas y cooperativas que defienden modos alternativos de producción capaces de generar suficientes alimentos para la población, al mismo tiempo que conservan el ambiente de manera sustentable. Presenta importantes lecciones sobre la interdependencia entre la organización económica, la tecnología, la equidad, la sustentabilidad y la democracia.