Nuestras vidas están cargadas de actividades estresantes, tanto en el entorno laboral como en el personal. Rodeados por el ruido, el exceso de estímulos electrónicos, la prisa y la presión por responsabilidades, necesitamos encontrar un lugar en calma, que nos libere de la tensión y preste atención a nuestro interior, y ese lugar puede ser un espacio de libertad artística en el que, a través de la práctica de la acuarela, obtengamos el tan ansiado bienestar mental.