Rosa, una mula muy especial, pasa por diferentes dueños que no quieren entender su comportamiento y optan por castigarla. Se sabe que Rosa es cría de una yegua de muy alta estirpe y de un burro muy amiguero de la región, pero nadie entiende por qué es tan resabiada. El secreto se va a descubrir cuando uno de sus dueños comprenda que el buen trato y el cariño no compiten con el deber. Esta historia nos lleva por el camino de la reconciliación mostrándonos que cuanto mayor sea el afecto que se exprese sin esperar recompensa, más grande es la satisfacción y la gratitud recibida.