Muy cerca del Zócalo de la Ciudad de México, en una vieja casona de sólidos muros recubiertos de tezontle, personas de todas las edades y de índole diversa habitan en una vecindad de precaria armonía. La casona y esta galería de personajes son los testigos con los que Maqueo Castellanos hace un relato detallado de los sucesos de la Revolución ocurridos en la capital de nuestro país. La ruina de la casona es una crónica, un comentario político escéptico y desesperado, una novela, y es también una reflexión sobre la historia de México. Esta fusión de géneros, escrita en un lenguaje coloquial, crea una obra singular y fascinante, realmente única en la literatura mexicana.