Conmovedora y en gran medida autobiográfica, La sangre del cordero es la mejor novela del estadounidense Peter De Vries, admirado por autores de la talla de Kingsley Amis y Christopher Hitchens. Cuenta la historia de Don Wanderhope, hijo de inmigrantes holandeses y criado en una familia de fuerte raigambre calvinista, una vida que recuerda al bíblico libro de Job, pero narrada con una fuerza y un desparpajo que lo renuevan y humanizan. Wanderhope se enfrenta desde muy joven a la enfermedad y la muerte -situación que alcanza su culmen cuando su hijita enferma de leucemia-, pero jamás sucumbe al abandono ni a la autocompasión: lejos de convertirlo en un ser derrotado y mudo, la terca presencia de la tragedia lo lleva a preguntarse por el sentido último de la existencia en un tono en el que la rabia y el duelo se mezclan con el ingenio, la burla y la ternura. Así, su historia se convierte en un relato tan emotivo como apasionado y vital donde el humor y, al fin, la auténtica inteligencia suponen una alternativa a la fe ciega o a la desesperación absoluta. "Ésta es una de las novelas más notables de los últimos tiempos, y lo más parecido a una obra de arte que se haya publicado en Estados Unidos en muchísimos años."