Este libro comparte un reporte de investigación sobre la violencia contra de las mujeres en el espacio público, desarrollada en una zona periurbana de la ciudad de León, Guanajuato. Se documentan experiencias, temores, expectativas y las reacciones que las mismas mujeres han ideado para enfrentar esta problemática. Las diversas expresiones de violencia contra las mujeres en los espacios públicos se encuentran naturalizadas de manera que suelen asumirse como parte de la vida cotidiana. En los casos en los que ellas se atreven a contarlo, las "soluciones" que se plantean generalmente van orientadas a que las mujeres abandonen los espacios, en vez de plantearse un cambio sobre el origen del problema. Lo anterior va de la mano de la culpabilización de las mujeres y desemboca en una imposibilidad o un obstáculo para la construcción de la ciudadanía y la vigencia de sus derechos humanos. La política pública sobre la seguridad de las mujeres se ha quedado corta, pues la población estudiada no la percibe o considera que la potencia de sus acciones queda muy por debajo de los problemas de seguridad. Se espera que este libro contribuya al debate sobre las mejores prácticas ciudadanas para que las mujeres vivan en ciudades seguras, con espacios realmente públicos.