El concepto e idea de seguridad social que van moldeándonos, que quieren imponernos -probablemente a fines de 2015- y que pasarán por la reforma al artículo 4 de nuestra Constitución Política, no están concebidos para satisfacer las necesidades de salud de la población. Dada la situación actual y futura de salud en México, condicionada por el envejecimiento poblacional y el tipo de enfermedades (diabetes, hipertensión arterial, etc.) que nos aquejan y amenazan cada vez más. La propuesta de "universalidad" podría tener el "beneficio" de que cubriría a toda la población, pero no atendería un mayor número de padecimientos que originan importantes impactos en términos de muertes, enfermedades, años de vida perdidos y costos, entre otros aspectos, sino que se atenderían menos enfermedades y tampoco se resolvería el histórico problema de la calidad de la atención. Mucho se ha criticado la fragmentación del sistema sanitario en el país, diversas voces han expresado que el origen de sus problemas se encuentra en su financiamiento. Hay reconocimiento unánime de que deben realizarse cambios para resolver la situación actual de salud en México. Diversos actores señalan la necesidad de modificar la estructura vigente de la prestación de los servicios de salud públicos. No hay duda de que se requieren modificaciones de fondo, pero ¿hacia dónde, con qué objetivos?, ¿cómo, con qué, por dónde? Es lo que aún no nos han contestado... Este volumen documenta la visión oficial durante el periodo 2008-2012 para llegar a una "seguridad social universal" basada en el modelo propuesto por Santiago Levy consistente en un sistema único de salud financiado mediante impuestos al consumo, vía un IVA generalizado, incluyendo medicamentos y alimentos. ¿Es la ruta y el destino que necesitamos en materia de salud y seguridad social?