Ciertos estudiosos y artistas de los siglos XV y XVI sintieron y expresaron un nuevo sentido del pasado, especialmente en Italia. No es fácil definirlo, pero el hecho de que algunas personas de la época llamaran a sus propios tiempos Renacimiento -por contraposición a lo que ellos fueron los primeros en denominar Edad Media-, lo ilustra claramente. Los humanistas crearon una identidad colectiva, como si de una nueva nación se tratara, diferenciándose de los "otros". Inventaron el término "Edad Media" al igual que el de "tiempos oscuros", "gótico" y "escolásticos", etiquetas que conservaron su influencia durante siglos. Sin embargo, en oposición a la "distancia irónica" que caracterizaba su actitud hacia la Edad Media, los humanistas adoptaron hacia la Antigüedad una "distancia nostálgica", marcada por la conciencia de la diferencia entre ambas épocas, y por la pura fascinación y afán de emulación. Esta obra -uno de esos magníficos estudios que cimentaron el prestigio del gran historiador Peter Burke- da cuenta de un cambio de época que marcó el decurso de la historia europea y mundial hasta nuestros días.