A partir de los años ochenta del siglo xx el neoconservadurismo tuvo un desarrollo importante a nivel global que impactó de manera decisiva en los discursos de la sexualidad. A ello contribuyó de manera importante la crisis del SIDA. En ese contexto, diversos eventos a nivel internacional detonaron los discursos de pánico sexual promoviendo la idea de que la sexualidad constituye un riesgo para los jóvenes. En esas condiciones la lucha por el reconocimiento de derechos sexuales resulta difícil, más aún cuando se trata de los derechos de los jóvenes. En el caso de los jóvenes poblanos, entrevistados para esta investigación, no ven la sexualidad como un ámbito de existencia de derechos, menos aún cuando se trata de chicos que no se identifican como heterosexuales.