Estás parado en el centro de un universo muy parlanchín que está listo para comprometerse. Todo lo que encuentras es parte de ti y tú eres parte de eso. Aunque a veces te sientas separado y desconocido en un espacio vasto e impersonal, nunca estás tan solo como crees. No, no importa dónde estés y lo que estés haciendo, estás siendo guiado. Un amoroso y sabio poder espiritual divino te vigila más y se preocupa por ti. Una de las formas en que el reino espiritual busca guiarte, consolarte e inspirarte es enviando señales, mensajes y sincronicidades.