Varias experiencias muy personales de erotismo y de dolor llevaron a Yamina del Real a elaborar un ensayo fotográfico de silencio luminoso al que le canta la narradora y poeta Sandra Lorenzano. Este volumen nos invita a repensar el cuerpo femenino como aquello que se apuesta y nadie gana; que se teme y se oprime; se desea y se niega: se desconoce, pero se describe; se admira y sataniza. Es una travesía por lo que la fotógrafa llama la búsqueda del cuerpo perdido.

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