La creciente expansión y protagonismo del Derecho penal en gran parte del mundo se ha traducido en una gran cantidad de leyes penales y muchos castigos que resultan sospechosos en términos de legitimidad. Pero cómo podemos estar seguros de que esta cantidad de leyes penales es de hecho excesiva si no contamos con una teoría de la criminalización. La presente obra se presenta como una reacción frente a la carencia de una teoría sistemática y operativa de la criminalización. A través de una reflexión crítica del estado actual de la criminalización, se propone ofrecer una teoría general para decidir qué conductas deben ser criminalizadas y cuáles no. Una teoría que se construye en torno a principios aceptados en la tradición liberal del derecho y de teoría política, y cuyo objetivo declarado es poner freno a la creciente expansión del Derecho Penal.