Siguiendo con el tema de las personas jurídicas físicas, en esta parte del Tratado se analizan otros derechos de éstas que no son ni atributos ni derechos humanos subjetivos fundamentales, pero sí le pertenecen y algunos se actualizan, cuando se refieren a la persona jurídica física. Julián Güitrón Fuentevilla los denomina derechos accesorios, porque están vinculados con la persona jurídica física. Por ejemplo, la mayoría de edad, con los supuestos de la ley, para que en el caso específico los mexicanos la alcancen cuando cumplan 18 años; otro derecho accesorio, que se actualizaría al ejercerlo, es la emancipación, en virtud de que ésta se da, y así se estudia en diferentes países y legislaciones, como la romana, la alemana, la española, la francesa, la italiana y la mexicana, en el caso concreto de México, cuando la persona llega a los 16 años de edad y contrae matrimonio; esta figura la emancipa, empero no le da la mayoría de edad. No es capaz jurídicamente, porque la ley, de manera expresa ordena que mientras no se cumplan dieciocho años de edad no se dará, ni se otorgará la capacidad jurídica natural ni legal. También surge como otro derecho accesorio la interdicción, de la que se citan diversos conceptos y se revisan sus antecedentes y regulación en el Código Civil vigente para el Distrito Federal del año 2000 y el correspondiente de Procedimientos Civiles. La ausencia es una figura jurídica tan importante que en el Tratado se han revisado sus antecedentes, conceptos y generalidades; en la evolución histórica que ha tenido, en derechos como el romano y otros que han influenciado e incidido en la creación del Derecho Civil Mexicano. Se comentan todas las disposiciones de la ausencia en el Código Civil vigente, así como la situación de los ausentes e ignorados y las medidas provisionales que deben tomarse en caso de ausencia; la declaración de ésta, sus efectos y la administración de los bienes del ausente casado. Sobresale el análisis de la presunción de muert