Durante las primeras décadas del siglo XX las elites político-económicas de la Ciudad de México impulsaron las ideas de modernidad e higiene según una racionalidad positivista, la cual más adelante serviría como sustento para establecer la planeación urbana como instrumento de poder. La transformación de la capital fue el resultado no sólo de la aplicación de dichos modelos, sino también de la generación de innovaciones constructivas así como de la incorporación de nuevas tecnologías urbanas. La modernidad transformó la mentalidad de sus artífices antes que al entorno construido, y sirvió para reproducir la idea de que este tipo de instrumento fuera el único y más eficiente medio para racionalizar el gasto público, convirtiéndolo en un paradigma universal, trascendente, absoluto e ineludible.
Detalles
- Editorial: MIGUEL ANGEL PORRUA
- Año de edición: 2014
- Materia Arquitectura
- ISBN: 9786074017762
- Páginas: 376
- Encuadernación: RUSTICA