Una pregunta ancestral que ha sido olvidada y se debe debatir en los espacios públicos y privados es, ¿qué es una vida buena y sustentable? Proveer a cada persona con los fundamentos para una vida buena es una meta básica de las políticas públicas; sin embargo, hay muy poco debate real sobre su verdadero significado. A lo mejor nos resistimos a esta pregunta debido a que nos recuerda ideas de los antiguos filósofos griegos, las cuales no son nada útiles. ¿Será posible que sus ideas ofrezcan alguna respuesta útil? o a lo mejor pensamos que ya sabemos la respuesta de antemano; de hecho, tenemos una respuesta sencilla y poderosa que no estaba al alcance de los griegos. Las tecnologías modernas nos permiten imaginar un mundo en donde existe una abundancia creciente del material para cada persona; los índices estándares de la riqueza material, tales como PDC (Producto Doméstico de Crecimiento) o PNC (Producto Nacional de Crecimiento) sugieren que actualmente vivimos mucho mejor que los antiguos griegos, entre el 1500 y 200 a. C., el índice global del PDC se multiplicó 150 veces y, el per cápita 10 veces. A esto llamamos "crecimiento", y la mayoría de nosotros estamos felices de utilizar el crecimiento como un indicador de la buena vida, es por eso que políticos, economistas y emprendedores trabajan para sostenerlo.