El autor nos adentra en dos dimensiones: la de lo desconocido y la del mal en los tres relatos reunidos en esta obra. Para ello nos lleva desde la Italia decimonónica, que fascinó a Stendhal, hasta la Yugoslavia desgarrada por la guerra, con una mirada que oscila entre la lucidez más profunda y la espantada al constatar lo misterioso, audaz, generoso y atroz que puede llegar a ser el comportamiento humano.