El príncipe se puso a la cabeza de las pesquisas. Cada casa fue abierta, cada doncella fue humillada al no poder calzarse la zapatilla, hasta que llegó el turno de la mansión de las hermanastras. El séquito del soberano se apeó de sus caballos y disparó flechas contra las nubes, que parecían esquivarlas. Por la ventana del cuarto de Zezolla, entraba y salía una multitud de cuervos. Rodolfo Castro ha hurgado en la tradición y los contextos sociales de La cenicienta, uno de los relatos tradicionales con más larga presencia en Occidente, para recuperar los elementos de verdad, denuncia y crueldad de sus versiones antiguas, de los cuales se valió para escribir esta inquietante y atípica narración. Richard Zela realizó una investigación sobre la plástica del Medievo, en la cual basó la contundente y actual propuesta gráfica que acompaña a los textos de este libro.

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