Este es el título de un poema épico de origen anglosajón, redactado, según se supone, hacia el año 700 y escrito tres siglos más tarde. El manuscrito se halló por casualidad y hoy está guardado, como preciado tesoro, en el Museo Británico, puesto que es una de las primeras muestras de la literatura sajona y, por otra parte, obra muy notable no solamente por la belleza de su argumento, sino que también por la serie de datos fidedignos que nos da acerca de la vida de aquellos tiempos en los países escandinavos. Goza esta obra de extraordinaria celebridad, además ha sido objeto de notables y eruditos comentarios que, en un afán de explicar el lado esotérico de las cosas y de reducir a hechos reales las más gratas fantasías de la mente humana, nos habla del poema de Beowulf como uno de tantos cuentos sobre las antiguas explicaciones a los fenómenos astronómicos y meteorológicos.