La calidad de vida de una población es un indicador directo del nivel de satisfacción de la misma y está en función de factores vinculados con sus creencias, valores, cultura, religión, situación geográfica, etcétera. La propuesta que presentamos al lector, reconoce y recupera las cosmovisiones de los pueblos originarios, especialmente aquellas que los mantenían conectados con la naturaleza, con el cosmos y con la comunidad. Las investigaciones han arrojado que ese tipo de vida contiene muchos de los principios que tanto la filosofía de la No-violencia y como del Decrecimiento, practican y defienden: equidad y justicia en su integralidad, más allá del antropocentrismo, incluyente de toda vida. Otro indicador importante dentro de la calidad de vida, tiene que ver con la armonía y la congruencia personal, por su impacto individual, así como en la vida colectiva intra e intercultural. Por lo que la segunda parte del libro integra temas como la No-violencia desde la perspectiva ambiental, el deporte y la educación para la paz, el arteterapia como instrumento sistémico para la educación no-violenta, la psicohigiene como herramienta para la calidad de vida interior, y las prácticas de paz para la calidad de vida. Creemos que es igualmente importante trabajar el florecimiento individual así como el comunitario, porque es a partir de las dos esferas que se co-crea lá realidad que elegimos vivir.