El presente libro (editado en dos tomos) intenta problematizar la categoría de ciudadanía, tan necesitada hoy en día de volverse a plantear, ante los desafíos nuevos que el acontecer histérico ha ido configurando. Que la ciudadanía esté en "jaque" abre más de un sentido. Por un lado, se despliega la idea de las variadas dimensiones emergentes de la profunda crisis que han producido los cambios ocurridos tanto en la economía, como en la política, como en la cultura, en los últimos anos, lugares que presionan la linealidad en la comprensión del concepto mismo de ciudadanía. Pero, además, lo que presidio buena parte de las discusiones de los investigadores es la inquietud por resaltar la dimensión ético-política de prácticas "conquistadoras de la subjetividad", como lo decimos en el subtítulo del libro. Estas prácticas tienen como su núcleo ético-político muy diversas formas de "violencia", que intentan reducir la alteridad a la mismidad, o desde algún tipo de totalidad negar toda "exterioridad", usando un lenguaje levinasiano, muy presente en las discusiones del grupo. En este primer tomo se insiste en ligar el problema de la ciudadanía a la central cuestión de la relación ética con la alteridad (núcleo de una concepción de la justicia), y se trabaja especialmente en relación a la práctica social de la educación, tan densamente cargada de la misión de formar ciudadanos.