Este exquisito recetario contiene las virtudes de la medicina natural y la creatividad de quien ya experimentó sabrosas combinaciones de vegetales, frutas, semillas, lácteos, entre otros, de manera que estimule nuestras glándulas salivales, y al mismo tiempo nos proporcione salud y nutrición. Irma Hernández de Montiel ha retomado con gran maestría y creatividad culinaria las enseñanzas del padre del naturismo, Manuel Lezaeta Acharán y su Doctrina Térmica, que enseña a "mantener o recuperar la salud mediante el restablecimiento del equilibrio térmico del cuerpo", y que muestra cómo procurar la salud sin dañar al organismo, haciéndolo fuerte y funcional ayudándose con la naturaleza.