El debate sobre los alcances y el significado de la segundad energética está abierto. Existe una tendencia asumida como un concepto amplio que va más allá de garantizar el acceso a los energéticos, a precios razonables y de fuentes diversas, e incorpora temas directamente relacionados con el medio ambiente y la sustentabilidad. La comunidad internacional afronta grandes retos respecto a este tema: la alta dependencia energética de muchos países, el compromiso de combatir el cambio climático y garantizar el desarrollo sustentable. El 80% de la energía que consume el mundo proviene de combustibles fósiles, que son responsables del 57% de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, por lo que la segundad energética y la seguridad climática están interconectadas.