Una de las dificultades más frecuentes con las que se enfrentan tanto los profesores de educación regular como los de educación especial es la de delimitar la población con necesidades educativas especiales (NEE) a la que han de atender, qué aspectos privilegiar para favorecer el aprendizaje y desarrollo personal de tales alumnos, así como las limitaciones que plantea la implementación regular del enfoque integrador a los modelos de educación especial que ya han probado su utilidad. Para facilitar dicha determinación y dar una atención adecuada al alumno, las autoras de la presente obra destacan la importancia de retomar elementos de los diferentes enfoques de atención que han funcionado dentro de la educación especial (asistencial, terapéutico y educativo), en virtud de que son complementarios y no contrarios, ya que pueden aplicarse simultánea o secuencialmente a los alumnos con NEE, y generar respuestas educativas diferentes. Asimismo, en el texto se describen las NEE que pueden estar o no asociadas con discapacidad, con el fin de sugerir a los docentes el tipo de atención que debe recibir cada alumno.