La gran abundancia y originalidad de ideas que caracterizan la significativa aportación del pensamiento novaliano al primer romanticismo alemán se inspiraron en la filosofía de Fichte y Schelling, en las nacientes filosofías de la naturaleza y en determinados rasgos de la tradición pietista. En sus especulaciones sobre las interferencias de conciencia subjetiva y realidad objetiva del mundo Novalis entendía la relación entre sujeto y mundo como partes que se complementarían y que tenían que potenciarse mutuamente para llegar a una nueva compenetración entre lo espiritual y lo material: Para el Universo buscamos el proyecto; ese proyecto somos nosotros mismos. Comprenderemos el Universo cuando nos comprendemos a nosotros mismos, porque nosotros y él somos las dos mitades integrantes.