Este libro nació, seguramente, la tarde misma en la que el licenciado Isaac Piña Pérez impartió por primera vez su docta y deliciosa cátedra de derecho Internacional Privado a los alumnos de mi generación en la entonces Escuela de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Hidalgo, corría el mes de julio de aquel inolvidable año de 1968. A 50 años de aquel momento, mi memoria puede recordar una a una sus palabras, pero ante todo, la gran emoción con la que abordó los prolegómenos del derecho en el estado de Hidalgo, entidad que, para usar sus propias palabras, aún ignoraba gran parte de su historia y particularmente de su devenir jurídico. Aquella espléndida tarde, preámbulo ya del primer centenario de la creación del estado de Hidalgo y de la apertura del Instituto Literario y Escuela de Artes y oficios -antecedente de la actual Universidad Autónoma de Hidalgo- se vivía ya en la máxima casa de estudios un ambiente académico de regocijo para conmemorar ambos acontecimientos y el maestro Piña era quien encabezaba los esfuerzos de ambas celebraciones.