Llama la sangre reúne once cuentos que plantean una aproximación literaria a la violencia, la soledad, la redención, el crimen, los conflictos familiares, la paternidad y los trastornos mentales usando herramientas de la narrativa negra, la biografía apócrifa, el cuento sobrenatural, el relato popular y la libre reconstrucción histórica, sumadas al simbolismo del mundo animal. Enmarcados tanto en grandes urbes como en pequeños pueblos de México, el principal epígrafe del volumen (Génesis 4:10) genera el título del libro siguiendo la exaltada respuesta del Dios judeocristiano a Caín tras el asesinato de Abel, un clamor atemporal de justicia ante la primera violencia fratricida, una imagen que abarca los actos violentos cotidianos y sus funestas consecuencias en nuestro país, además del temperamento incendiario de sus personajes.