Ineludible y aguda, la escritura de Diamela Eltit desmantela el lenguaje de la inequidad y la explotación. Una obra rebelde que ha encontrado y seguirá encontrando lectores y complicidad, gracias a la amplitud de sus representaciones y las lecturas que permite generar. Por la permanente contingencia de sus textos, la literatura de Diamela Eltit es necesaria y urgente en estos tiempos. En Mano de obra nos enfrentamos a una serie de personajes sometidos a las prácticas económicas del neoliberalismo para quienes solo existe una ilusión de democracia que descansa en la vigilancia ciudadana, la enajenación producto del trabajo y la hegemonía del consumo. La estética de la presente novela se preocupa de construir un mundo alucinante, cuyos materiales apuntan a un sitio de nadie, con personajes cautivos en una agobiante mecánica de sobrevivencia y de horror. Allí estalla la violencia como sitio programático de la degradación humana hasta convertir los cuerpos en zonas residuales.

Detalles