Este libro cobra importancia especial en el contexto de la encrucijada civilizatoria que, a escala planetaria, compromete la estabilidad de la humanidad y de los ecosistemas. Desde tres grandes aproximaciones en este volumen se observan estos desequilibrios. Un primer acercamiento y realizado desde la perspectivas económica, filosófica e histórica. En dos ensayos se muestra el fracaso de la ideología económica impuesta por Occidente y su impacto en la historia y el medio ambiente. Esto se complementa con el estudio de las problemáticas sociales derivadas de los flujos de personas, ideas energías y materiales que implicó la incorporación de América a la economía mundial. Para ejemplificar el desarrollo de este proceso, en una segunda parte, se analizan casos de aproximaciones territoriales y geo políticas, unos impuestos por la Iglesia colonial y otras por el estado; en todos, fue perceptible que el objetivo daba cuenta del paisaje y de sus componentes. También se constatan las resistencias y sus expresiones estéticas. Finalmente, dos capítulos muestran la irrupción de las innovaciones tecnológicas en los modelos de sostenibilidad: en el cultivo del café y en el abasto de agua y trigo en el proceso urbanizador. A través de todos estos enfoques se puede mostrar que, como sostiene Manuel González de Molina y Víctor Manuel Toledo, cuando la apropiación de los recursos naturales rebasa la vocación productiva de los ecosistemas, se lleva a cabo un forzamiento ecológico. Si a esto se suman decisiones equivocadas, la naturaleza eventualmente las penaliza. La consecuencia directa es una contracción en el sistema global, que puede llegar a la desaparición de pueblos, estados o civilizaciones.