Desde finales del año 2019 la vida en el mundo comenzaría a experimentar cambios abruptos como consecuencia de la pandemia producida por la acelerada propagación del Corona Virus Disease 19 (COVID-19). Entre los cambios suscitados en la interacción social destacaron el aislamiento forzado y la suspensión de actividades en todos los sectores productivos. Las medidas obligatorias tomadas por los gobiernos para intentar detener la propagación del virus trastocaron el ejercicio de derechos fundamentales correspondientes a la libertad de tránsito, de reunión y de trabajo; así como provocaron la ralentización en los procesos para la impartición de justicia. El aislamiento obligatorio afectó también el comercio, el empleo, la educación formal, el turismo, la comisión de delitos por razón de género principalmente hacia las mujeres, así como propició el uso intensivo de las plataformas digitales dando lugar a que la OMS acuñara el concepto de infodemia, para referir la abundancia de información relacionada con la pandemia, advirtiendo de la falsedad de muchos comunicados. Asimismo, la interacción digital cada vez más extensa y variada a nivel mundial, en lo relacionado con servicios financieros, transportación, mensajería, distribución de mercancía y alimentos, permite afirmar que la virtualidad prácticamente será irreversible. De ahí la importancia de analizar y asumir las diversas lecciones sociales que nos ha dejado esta coyuntura sanitaria; alrededor de ellas se han abierto inaplazables debates académicos, a los cuales se suman los capítulos de esta obra.