“El reposo del fuego”, publicado por vez primera a comienzos de 1966, es uno de los poemas largos más intensos que se han escrito en la literatura mexicana. A lo largo de tres secciones, cada una integrada por quince partes, “El reposo del fuego” vislumbra la implacable pulsión destructiva que ha surcado desde su origen a la civilización mexicana y a la historia de los últimos cien años. Lo mismo en el subsuelo prehispánico, en un atardecer sobre las montañas del poniente, en la maltrecha impronta de los lagos y los jardines desaparecidos para dar lugar a la otra ciudad, José Emilio Pacheco nos obliga a reflexionar sobre el sentido de nuestra existencia y nos hace escuchar "los latidos secretos" que han atemperado el curso de nuestras catástrofes.