La presente obra reúne algunas de sus anteriores investigaciones, actualizadas y armonizadas, para formar un cuerpo homogéneo, a las que se han agregado importantes capítulos donde se contrastan los postulados clásicos de la Teoría General del Derecho con los aportes contemporáneos en materia de la teoría general de los sistemas y de la lingüística y la epistemología postestructuralistas, vale decir, en el complejo contexto de la actual crisis de paradigmas que se conoce con el término genérico de postmodernidad. El derecho es visto aquí como un fenómeno complejo, como un conjunto de sucesos que acaecen en sociedad y que se mantienen en un equilibrio dinámico, lejos de la interpretación lineal a que nos acostumbraron los reduccionismos clásicos y modernos. La desconfianza de fines del siglo XX frente a las instituciones sacralizadas por el mundo moderno no nos arroja ineludiblemente a un nihilismo iconoclasta. Esa misma desconfianza también posibilita una reflexión sobre los fenómenos jurídicos, no formando parte de una cosmovisión totalizadora, ontológica y dogmática, sino como un intento de reducción de la complejidad del objeto merced al empleo de una racionalidad hermenéutica, una racionalidad apoyada en las buenas razones que motivan a los hombres a preferir algún sistema de derecho a cualquier régimen de violencia.