La ciudad de México fue y es todavía una ciudad de trabajadores, aunque de muy variado tipo. Tejedores, sastres y carpinteros eran los oficios dominantes hacia finales de la época colonial, en tanto que zapateros y pintores cobraron importancia a mediados del siglo antepasado, y los albañiles ganaron terreno durante el Porfiriato. A un mercado laboral conformado por pequeños talleres, comercios, servicios, actividades agropecuarias y trabajo callejero, se agregaron nuevos empleos en el siglo XX. Poseer, antecedentes revolucionarios en el bando correcto fueron una recomendación segura para quienes querían ganarse la vida en el servicio público, pero la asistencia a las concentraciones políticas era la que en realidad permitía conservarlo. En actividades reservadas a los niños y jóvenes trabajadores las condiciones laborales eran bastante precarias.
Detalles
- Editorial: EL COLEGIO DE MEXICO
- Año de edición: 2013
- Materia Antropología
- ISBN: 9786074624564
- Páginas: 260
- Encuadernación: RUSTICA