Puestos a morir ¿Qué mas da la forma? Pues si que importa. Importa acabar la función de la mejor manera posible, sin hacer el ridículo, sin que sea por error, imprudencia, mala fortuna o de forma tonta. A ser posible, de manera tranquila e incruenta, sin dolor ni haciendo daño. En definitiva, morir porque realmente no quede otro remedio con la máxima dignidad. Sin embargo, este volumen reúne miles de casos en la que la muerte fue algo remediable, o demasiado tonto, o fruto de un golpe de mala fortuna o atroz. Incluso hay muchos casos en que, con la muerte, no acabaron las penas. En suma, este volumen recoge todo un largo y variado elenco de muertes absurdas, poco envidiables. Muertes y eso es lo mejor, ajenas.

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